Pasado el mal trago que dejó para los morenistas de la entidad el zafarrancho protagonizado por la presidenta manzanillense Griselda Martínez, quien básicamente tachó a la gobernadora Indira Vizcaíno de encabezar un narcoestado (¡no son declaraciones menores!), y por la ex secretaria del también ayuntamiento manzanillense Martha Zepeda del Toro, la primera en la historia de las huelgas de hambre que la protagonizó por interpósita persona, Morena-Colima definió en casi fast track las candidaturas para las principales presidencias municipales de la entidad. Fue, en realidad, una crónica de una designación anunciada, la cual seguramente traerá divisionismo para Morena, pero en cualquier caso ya se tienen a los candidatos morenistas de Villa de Álvarez (Memo Toscano), de Manzanillo (Rosi Bayardo), de Tecomán (Armando Reyna) y de Colima (Viri Valencia). No sabemos si estos van a ser buenos candidatos o no, pues esto se verá en función de cómo queden las candidaturas en la oposición, pero por lo menos Morena, incluso desde la candidatura presidencial, se le ha adelantado en la asignación de candidaturas a sus adversarios y esto le ha permitido más certidumbre y claridad a una sociedad ávida de conocer a sus posibles gobernantes. En Manzanillo todavía no se define con claridad quién le va a competir a Rosi Bayardo, pero creo que tratándose del mayor motor económico del estado difícilmente Morena se atreverá a peder ese bastión. En Tecomán la disputa, por lo que se ve, está entre Óscar Ávalos, antiguo edil tecomense, y Rigoberto García Negrete, hermano de Lupillo García Negrete, también ex edil iguanero. Más experiencia se le ve a Óscar Ávalos, pero ya veremos. En Villa de Álvarez, por su parte, no creo que a Memo Toscano pueda competirle a una Tey Gutiérrez que ha trabajado arduamente para retener su la presidencia municipal, pero si no es en esta seguramente, de no deseperar, la Villa puede ser de Memo en la siguiente. Colima capital, por el contrario, es un caso genuino, pues aunque Riult Rivera es un candidato fuerte y competitivo, un perfil afable y empático para una sociedad todavía conservadora, el factor Margarita Moreno (a quien ya le abrieron las puertas en Movimiento Ciudadano) podría dividir el voto y favorecer a la propia Viri Valencia. En una de esas, incluso, Margarita Moreno, por el desdén infringido por su propio partido, podría hasta actuar deliberadamente o de facto en favor de Morena. Nada bueno, pues, se avistaría en las próximas elecciones para Colima capital. Por otro lado, de ganar a Rosi Bayardo y Viri Valencia las presidencias municipales, el choque de trenes para la gubernatura, con una gobernadora ya de salida (con todo lo que esto implica), podría también ser un factor determinante para la alternancia democrática. Pero no vayamos tan lejos: Morena ha definido a sus candidatos (estaban ya cantados desde hace mucho) y ahora la oposición necesita (guerra avisada no mata soldado) unirse para hacer un frente competitivo que pueda realmente hacer una diferencia en los resultados comiciales que se avecinan. Si la oposición se parte en dos, de nuevo, van a perder todo. Si permanecen unidas, si bien no logren todo ganarlo, pero sí quedaran cenizas para sobreponerse en la importante batalla de 2028.
Rogelio Guedea